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Apostol Lili de Galindo

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PERLAS DE BENDICIÓN

VIVE EN LA PRESENCIA DE DIOS

Empieza bien el día buscando al Señor.
Es tremendo vivir en la presencia de Dios, pero también es terrible vivir ausente de ella. Si aprendemos a vivir en su presencia estaremos atrayendo el favor de Dios sobre nosotros.
Salmo 91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombre del Omnipotente”.
Morar, significa habitar bajo su protección, bajo su favor.
Hay muchas cosas que nos afectan y nos distraen de estar en su presencia.
El afán, la duda, la incredulidad, la tristeza, la pobreza, la enfermedad, etc. Cuando estamos viviendo estas situaciones es cuando Dios espera que intensifiquemos nuestra oración, ahí es donde el Señor nos va a fortalecer y cambiará todo a nuestro alrededor.
Sin Su presencia hay conflictos y caos en las personas y se tiende a reemplazar a Dios por otras cosas. “NO TE DISTRAIGAS, APLASTA AL ENEMIGO ORANDO”.

PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS, DE QUIEN PROCEDE NUESTRA FÉ
A menudo, la vida cristiana se comprara con una carrera, donde todos corren por un premio, pero solo uno lo obtiene: el que llega a la meta.
¿Como podemos llegar a la meta si hay tantas cosas a nuestro alrededor que nos quieren detener, e incluso nos quieren hacer retroceder?
Hebreos 11:1 nos dice claramente en que consiste la fé. Es tener la certeza de lo que se espera y estar convencido de lo que no se ve.
Todos en algún momento experimentamos duda, pero debemos guardar nuestro corazón del engaño y confiar en la salvación.
Un buen discípulo de Jesús crece, no se detiene y no se queda a un lado del camino sino que permanece.
Declaremos la palabra de Dios. Cuando veamos las circunstancias debemos hablarle al corazón y profetizar y no dejar que el diablo siembre la duda. “GUARDA LA PALABRA EN TU CORAZÓN, CUESTE LO QUE CUESTE”.

EL PERDÓN, LA LLAVE QUE NOS TRAE LIBERTAD
Marcos 11:23 “Porque de cierto os digo, cualquiera que dijere a este monte, quítate y échate en la mar y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que dice, lo que diga le será hecho”.
Jesús enseñaba con esta figura, que para Dios es posible hacer lo imposible. Dios contesta las oraciones, pero hay algo que estorba para quqe el poder de Dios haga que las cosas sucedan. La falta de perdón.
Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.
La oración es eficaz cuando hay un corazón sano, libre de ofensas.
Mateo 6:14 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial”.

PERDONA Y TENDRÁS UN CORAZÓN SANO